Hijos del dios binario

Os traigo mi lectura seleccionada de enero de 2024.

Descubrí al escritor David B. Gil gracias al podcast literario A 30 teclas por hora. Desde entonces, supe que más temprano que tarde terminaría por leer algo suyo.

Lo que no sabía es que mi primera lectura de un libro de David sería un tecnothriller, en lugar de una de sus obras de ambientación japonesa histórica, que es quizá lo que mejor caracteriza a este autor.

He leído su novela Hijos del dios binario.

Es una obra de ciencia ficción. Pero, sobre todo, es un thriller. Uno en toda regla. Estoy seguro de que todos los amantes del thriller disfrutarán muchísimo con esta obra.

Su logro, desde mi punto de vista, es que tiene elementos de ciencia ficción lo suficientemente potentes como para gustar también a un lector de ci-fi.

Su acierto es que comienza como thriller, que se desarrolla como thriller, y que las componentes más tecnológicas se introducen paulatinamente: en un principio son detalles no demasiado importantes para la trama y, para cuando lo tecnológico toma mayor relevancia, el lector ya está sumergido en el ritmo del thriller. Creo que es una forma inteligente de mantener la tensión sin renunciar a los elementos de especulación científica (en este caso podríamos decir tecnológica) que nos hacen soñar a los lectores como yo.

No destriparé lo que ocurre durante la trama. Sí que quiero comentar, sin embargo, que la gran pregunta que plantea el libro al inicio es propia del thriller y se ofrece una respuesta al final. Por otro lado, David B. Gil abre un buen puñado de interrogantes basados en el marco tecnológico que ha diseñado para la novela, pero los desarrolla solo en tanto que cumplen un servicio hacia la historia principal y los deja sin responder. Así que he cogido el guante y he reflexionado sobre esos cabos abiertos. Creo que están ahí para eso, para que los curiosos juguemos a desarrollarlos nosotros mismos.

¿Deviene el mundo en una distopía digital donde lo virtual se sobrepone a lo real? La novela lanza la pregunta, pero no necesita responderla para completar un historia excelente, así que nos toca pensar sobre ello a los curiosos como yo.

¿Qué ocurre con esos personajes que tienen habilidades físicas, digamos, especiales? Darían juego para una novela posterior pero, de nuevo, su destino queda fuera del ámbito de este thriller y la pregunta queda abierta.

¿La guerra fría digital devendrá en guerra caliente? ¿Será una guerra en la que las corporaciones tengan tanto o más protagonismo que los propios estados? No sé si, en algún momento, el autor querrá recoger ese material disponible para escribir un nuevo libro.

Hijos del dios binario es completo, pleno y redondo, independientemente de que queden preguntas en el aire, porque sí que resuelve lo principal. Además, tiene una prosa que destaca para bien. Merece la pena engancharse a la trepidante historia que viven los protagonistas y, a la vez, zambullirse en el escenario de futuro tecnológico que nos plantea David B. Gil.

¿Te animas a leer este libro?

Música de ciencia ficción 06: TIME WARP (Richard O’Brien)

But it’s the pelvic thrust
That really drives you insane
Let’s do the Time Warp again

Time warp en una de las canciones del musical Rocky Horror Show y se incluye en la banda sonora de su versión cinematográfica, The Rockcy Horror Picture Show, de 1975.

La película homenajea, a su manera (una manera entre parodia y sátira, absolutamente saturada y divertida) al género de ciencia ficción y, en particular, a las películas de serie B del estudio RKO, que produjo un buen número de filmes de género fantástico y especulativo como King Kong o I walked with a zombie.

The Rocky Horror Picture Show se considera una película de culto. Yo he llegado a ella mucho después de su época. Durante muchos años, eso de Rocky Horror me sonaba, pero no supe muy bien qué era hasta hace relativamente poco. Está construída con unos códigos de los años setenta que, para ser sincero, de primeras encajaron muy poco conmigo.

Fue a raíz de la noticia de la muerte de Meat Loaf en 2022 me hizo repasar algunos de sus éxitos y volví a interesarme por Rocky Horror. Esta vez, digerí mejor la saturación que me provocó en mi primer acercamiento, entendí que tenía un buen número de elementos fascinantes que la elevaron a la categoría de película de culto, como la música, las referencias a la cultura pop o una descarada y en cierto modo rebelde pesta en primer plano del travestismo y la liberación sexual.

Me encantó descubrir también la referencia que hace la película al cuadro American Gotic de Grant Wood en la primera escena de la película. Es una pintura ampliamente asimilada en la cultura pop de Estados Unidos y, también, aquí muy muy cerca de mí. La ilustración de portada de la antología de ciencia ficción El mercader de Venus vol .4, de la editorial riojana Con Pluma y Píxel, parte del mismo concepto, adaptada por el ilustrador Antonio del Hoyo y mereció el reconocimiento de finalista en la categoría de ilustración de los Premios Ignotus 2023. Por lo demás, El cañón cinético, el cuento con el que participo en esta antología, nada tiene que ver con Rocky Horror más allá de la conexión de la ciencia ficción y de la imagen de portada.

Poco a poco, algunas de sus canciones se me colaban a menudo en mis escuchas de Spotify. Time warp era una de mis favoritas. Ese concepto de time warp o túnel del tiempo es muy genuino de la ciencia ficción, y encontrarlo en el marco de un musical que homenajea al género lo acentúa aún más. Por eso he querido traer aquí este tema. Es una canción divertida, rock n’roll bailable que cuenta con su propia coreografía popular de pasos sencillos y accesibles a todos.

Tengo que decir que, dentro de la enorme amplitud de la ciencia ficción, prefiero las aproximaciones más científicas, la ciencia ficción dura, y las historias que incluyen crítica y relfexión potentes. Rocky Horror apunta más a otra ciencia ficción, más ligera, de aventuras, popular y llena de clichés. Ambas son posibles y necesarias, desde luego, y no dejan de estar conectadas por ese sentido de la maravilla. A veces toca disfrutar, otras veces toca pensar, aunque en realidad siempre hay una dosis de cada cosa.

¿Coges el túnel del tiempo para retroceder a 1975 y escuchar esta canción?

Ficha técnica

  • Canción: Time warp
  • Artista: Richard O’Brien
  • Álbum: The Rocky Horror Picture Show
  • Año: 1975
  • Duración: 3:19
  • Escúchala en Spotify clicando aquí:

Imagen de cubierta del álbum The Rocky Horror Picture Show by Allmusic, Fair use, https://en.wikipedia.org/w/index.php?curid=29040732

La imagen mostrada de cubierta del álbum se utiliza en baja resolución, a título ilustrativo y sin fines lucrativos. Es, además, una imagen ha sido utilizada en diferentes webs de internet distintas a esta. Puede estar sujeta a copyright.

Música de ciencia ficción 05: PRINCES OF THE UNIVERSE (Queen)

I’m a man that will go far
Fly the moon and reach for the stars

Princes of the universe mezcla espadas y guitarras eléctricas. Se trata de un tema de Queen compuesto por Freddie Mercury. Es el último corte del disco A kind of magic de la banda británica pero, además de este cierre, hace de apertura de la película Los inmortales (Highlander en su título original) dirigida por Russell Mulcahy.

Princes of the universe de uno de los temas más rockeros de Queen. Algunos lo clasifican dentro del heavy, y es cierto que descarga mucha energía. Quizá porque Queen es uno de los primeros grupos que he escuchado con verdadera devoción, a mí me cuesta clasificarla. Es una canción de Queen y punto, suena a Queen, a Red Special, a Freddie. ¿Me parece heavy? Pues entiendo que muchos la vean así, pero para mí el heavy debe tener una batería más contundente. En Princes of the universe son otras cosas las que destacan, como los coros, la estructura poco habitual con esos cambios de ritmos y un Freddie Mercury en su versión más energética. Creo que es imposible escuchar este tema y quedarse indiferente. Gusta desde el primer segundo y su dinamismo es tremendo. Es de esas canciones que dan ganas de cantar.

El inicio utiliza compases lentos, con un punto solemne, para luego cambiar de ritmo alrededor del minuto 1:30. Continúa alternando y construyendo un tema verdaderamente bueno y que encaja a la perfección con los saltos temporales de la trama de la película. Princes of the universe se hace corta, daría para más, pero entiendo que su duración de 3:33 es muy adecuada para acompañar como banda sonora a los créditos de entrada de una película.

Siendo estrictos, Los inmortales es un filme de género fantástico y de aventuras. Los elementos de ciencia ficción son pocos, un aderezo, pero ni mucho menos el ingrediente principal. La canción de Queen, sin embargo, sí que incorpora una buena atmósfera cienciaficcionera tanto en la música como en la letra.

El conjunto de película y canción tiene un interesante punto retro. El filme es de 1986 y cuenta una historia contemporánea cargada de restrospectiva histórica. Quizá por eso la película haya envejecido de una forma más acusada que otras de corte más atemporal. Pero está bien así. Es un bocado puro de ochenterismo, para degustar por todo aquel que sienta nostalgia o simple curiosidad por la exhuberante cultura popular de los años ochenta del siglo XX.

Ahora tú decides: ¿ver la película o escuchar la canción?

Ficha técnica

  • Canción: Princes of the universe
  • Artista: Queen
  • Álbum: A kind of magic
  • Año: 1986
  • Duración: 3:33
  • Escúchala en Spotify clicando aquí:

La imagen mostrada de cubierta del álbum se utiliza en baja resolución, a título ilustrativo y sin fines lucrativos. Es, además, una imagen que ha sido utilizada en diferentes webs de internet distintas a esta. Puede estar sujeta a copyright. Fuente: https://en.wikipedia.org/wiki/File:Queen_A_Kind_Of_Magic.png

Música de ciencia ficción 04: PARADISE (Stratovarius)

Mother nature’s crying out in pain
We are the ones to blame

Paradise trata de una manera absolutamente frontal la preocupación por el calentamiento global y la conservación de la naturaleza en nuestro planeta. Toca, así, una de las temáticas recurrentes en la ciencia ficción.

La canción pertenece al álbum Visions de la banda finlandesa de power metal Stratovarius. Vio la luz en 1997. Sí, la preocupación por el cambio climático viene de muy atrás y en esto los países nórdicos han mostrado una altura de miras y un compromiso notables.

Stratovarius visita con frecuencia el futuro en sus canciones y podemos decir que, junto a otras bandas como Helloween o Gamma Ray, aúnan futurismo y power metal de una manera brillante.

Paradise cuenta con la potencia de sonido característica de la época más clásica de la banda. La voz Timo Kotipelto sostiene con firmeza toda la descarga de power metal del tema y brilla con agudos muy claros en el estribillo. La música es tan directa como la letra, de factura sencilla, sin extravagancias y con una buena melodía. Si uno se para a escuchar con detenimiento, puede apreciar la virtud de esta banda. Sí, desde luego que son buenos. A mí, Stratovarius siempre me han parecido un tanto fríos, muy técnicos, pero de calidad innegable. Son muy nórdicos, vaya, como si se situaran constantemente en las antípodas de la canción del verano. Pero cuando tiran de emoción también lo saben hacer muy bien, ahí está por ejemplo su tremenda balada Forever.

Stratovarius cuenta con un buen abanico de canciones que tratan futuro, tecnología y ciencia ficción en general y seguro que los vuelvo a traer a mi blog en nuevas ocasiones. Para esta presentación, Paradise me parece un tema de lo más adecuado. Un tema de los años noventa pero muy vigente y que nos saca los colores: casi treinta años después, no hemos hecho nada más que empeorar. Quizá los chicos de Stratovarius tienen algunas ideas mucho más claras que los dirigentes que se han reunido en la reciente COP28.

Ficha técnica

  • Canción: Paradise
  • Artista: Stratovarius
  • Álbum: Visions
  • Año: 1997
  • Duración: 4:27
  • Escúchala en Spotify clicando aquí:

La imagen mostrada de cubierta del álbum se utiliza en baja resolución, a título ilustrativo y sin fines lucrativos. Es, además, una imagen que ha sido utilizada en diferentes webs de internet distintas a esta. Puede estar sujeta a copyright. Fuente: https://en.wikipedia.org/wiki/File:Visions_-_Stratovarius2.jpg

Música de ciencia ficción 03: LAIKA (Mecano)

¿Qué será esa bola de color?
¿Y qué hago yo girando alrededor?

Laika es uno de los cortes de Descanso dominical, el disco más vendido en España en su año (1988) y un nuevo éxito para Mecano, uno de los máximos exponentes del pop nacional. Quizá Laika no sea una de las canciones más populares de la banda, y de hecho fue uno de los temas descartados en la edición en vinilo del disco, pero lo que no puede negarse es que tiene un sonido que evoca lo cósmico y lo espacial de manera excepcional.

Laika no es estrictamente una canción de ciencia ficción, sino más bien histórica, al estar inspirada en la famosa perra astronauta que, a bordo de la Sputnik 2, se convirtió en 1957 en el primer ser vivo en alcanzar la órbita terrestre.

El avance demostró que un mamífero podía sobrevivir a un lanzamiento espacial y fue un éxito para la URSS en el marco de la carrera espacial.

Lo que los chicos de Mecano no sabían es que Laika no estuvo seis días con vida girando alrededor de la bola de color, sino que murió al poco tiempo de alcanzar la órbita por sobrecalentamiento. No lo sabía nadie. Hasta 2002 no se conocieron los detalles reales del vuelo de Laika, y la versión oficial previa, impregnada de la mentira sistemática de la guerra fría, fue que la perrita astronauta vivió varios días hasta que se le agotó el oxígeno.

A la aventura de Laika siguieron las de otros animales con destinos dispares. En 1960, las perras Belka y Strelka, fueron los primeros en regresar con vida a la Tierra después de su viaje espacial a bordo de la Sputnik 5.

La realidad de estos inicios de la era espacial es mucho más escabrosa que la versión edulcorada que vendieron los aparatos propagandísticos de la URSS y de Estados Unidos, y más que la interpretación romántica de Mecano en su canción Laika.

Pero no podemos culpar a Mecano de manipulación. Todo lo contrario. Tan solo el hecho de dedicar una canción a un hito espacial como este merece un aplauso. Ojalá hubiera más canciones que nos acercaran a los logros científicos y técnicos. Mecano, además, aporta un sonido fascinante en Laika. El piano a partir del minuto 2:35, o la rapidísima progresión que pretende emular el lanzamiento del cohete son geniales. Toda la canción lo es, tanto en sus fases minimalistas en las que Ana Torroja parece cantar desde la inmensidad silenciosa del mismo espacio hasta las partes inundadas de ese sonido retrofuturista de sintetizador.

Apuesto a que, si la escuchas, acabarás reproduciendo esta canción al menos dos o tres veces seguidas. ¡Disfrútala!

Ficha técnica

  • Canción: Laika
  • Artista: Mecano
  • Álbum: Descanso dominical
  • Año: 1988
  • Duración: 4:38
  • Escúchala en Spotify clicando aquí:

La imagen mostrada de cubierta del álbum se utiliza en baja resolución, a título ilustrativo y sin fines lucrativos. Es, además, una imagen que ha sido utilizada en diferentes webs de internet distintas a esta. Puede estar sujeta a copyright. Fuente: https://en.wikipedia.org/wiki/File:Mecanodescanso_dominical.jpg