Pertenezco a la última generación que ha utilizado máquinas de escribir. Recuerdo cuando uno de estos aparatos entró en casa por primera vez. Yo era solo un niño pero ya escribía cuentos a mano. Tendría alrededor de diez años. Aquella máquina, una Olympia AEG Traveller de Luxe portátil, tenía unos materiales de un olor característico, …