Música pacifista 02: INÉS (Boikot)

Así es el cinismo de la humanidad
cedieron el futuro a la industria militar
hoy no sale el sol, solo hay dolor
Inés, Inés, Inesita Inés

Inspirados en la canción infantil tradicional Tres hojitas, madre, los madrileños Boikot crearon una versión a su estilo punk-rock, titulada Inés, rubricando un tema ágil, muy bailable en los conciertos en directo y con un clarísimo mensaje pacifista.

Pertenece al álbum De espaldas al mundo, publicado en 2002.

Su mayor acierto es mostrar la guerra desde los ojos de la infancia. Todos los argumentos a los que los señores de la guerra nos tienen acostumbrados para justificar sus atrocidades se derrumban ante los ojos de una niña, de un niño, que ha venido a coincidir en el mismo lugar en el que algún desalmado ordenó colocar sus bombas.

Bombas que buscan enemigos, y encuentran niños.

Bombas que buscan terroristas, y encuentran niños.

Bombas lanzadas en el nombre de la paz, y que son la guerra misma.

Bombas y disparos que hablan de bandos incomprensibles. ¿Por qué destruyen mi ciudad, mi barrio, mi casa? ¿Por qué matan a mis vecinos, a mis seres queridos, a mi familia?

Y es que ponernos en el lugar de los niños nos revela de nuevo la verdadera naturaleza de los bandos en una guerra.

Adultos contra niños: adultos que ordenan disparar, bombardear, atacar, adultos que disparan, bombardean y matan, y niños al otro lado que lo pierden todo, que quedan malheridos o que mueren.

Ricos contra pobres: ricos y poderosos que ordenan lanzar muerte, pobres que se matan entre ellos de forma directa o colateral.

Adultos ricos contra niños pobres. Adultos ricos y poderosos que controlan los medios de comunicación y que jamás, jamás, darán voz a los niños, jamás mostrarán a las víctimas menores. Tan solo, quizá, muestren a un niño alguna vez para instrumentalizarlo, para utilizarlo como medio y sostén de un discurso que les intente legitimar para seguir matando más niños.

Inés es una canción de 2002 que mantiene una triste vigencia. El ejemplo actual más atroz lo tenemos con la guerra Israel-Gaza que comenzó en octubre de 2023. Según estimaciones de la Organización de Naciones Unidas, en los primeros 14 meses de guerra los ataques israelíes mataron a 14.500 niños.
¡Qué cosa tan atroz! Uno de cada tres muertos en una guerra así es menor de edad. ¿Y hablamos de rearme? ¿Hablamos de aumentar el arsenal cuando sabemos que se hacen para matar y que uno de cada tres muertos será un niño?

Por eso la canción de Boikot es importante y está llena de aciertos.

Acierto en dar visibilidad a los niños.

Acierto en acusar a la industrial militar.

Acierto en versionar una canción infantil tradicional, atemporal.

Acierto en rebelarse, en reivindicar un cambio, en confirmar que merece la pena luchar por la paz y la libertad.

Y acierto musical. Boikot es una banda con muy buen criterio a la hora de elegir canciones que versionar. En el caso de Inés, han reconvertido una canción popular en todo un hit de los que más animan al público en los conciertos. Si no te mueve su letra y su mensaje, lo hará su ritmo. A pesar de su devastador mensaje social, también puede ser una canción divertida. ¡Desde luego que sí!

Te propongo visitar esta interpretación del tema que los Boikot hicieron para Los Conciertos de Radio 3 de TVE en 2021.

Además, si tienes curiosidad por la canción tradicional original, aquí la tienes:

Cuidemos la infancia. Soy escritor de literatura infantil y juvenil y quizá por eso las niñas y los niños me preocupan. Sus años dorados están para jugar, para querer, para imaginar, para leer. Pero no para suportar guerras ni mucho menos para librarlas.

Luchar por el cumplimiento íntegro y universal que recoge la ONU en su Declaración de los Derechos del Niño de 1959 es algo legítimo y que está por encima de cualquier interés económico que nos quieran colar entre las prioridades de las personas. Ojalá tuviéramos los medios para velar por estos derechos y hacerlos cumplir. Me entristece enormemente ver por televisión cómo son violados una y otra vez, como si las guerras acaso fueran excusa para saltarse las normas que los propios países nos hemos dado.

Yo hago libros. Otros hacen canciones. Si conseguimos mejorar la vida de niños y niñas, poco o mucho, en todo el mundo o en un rinconcito de nuestro entorno, ya será un logro. No está mal dejar que esta canción de Boikot nos lo recuerde.

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