Música pacifista 05: OURENSE-BOSNIA (Los Suaves)

Jóvenes pobres matan a jóvenes pobres
mientras cuentan sus ganancias viejos ricos

En la ciudad de Orense, a tan solo unos metros de la orilla del río Miño -el más largo de Galicia-, se ubica la calle Isaac Piñeiro Varela.

En el disco San Francisco Express de la banda gallega Los Suaves, su tercer corte y más largo de todo el álbum se titula Ourense-Bosnia.

Ambos, la canción y la calle, son homenajes a Isaac, militar gallego muerto en 1993 en Bosnia durante la guerra de los Balcanes en misión internacional.

Ambos, la calle y la canción, comparten un ánimo de consolar a la familia del fallecido.

La canción, además, se ha convertido en todo un alegato pacifista que pone el foco en las madres de los soldados muertos, de esos hijos que se casan con la patria (signifique lo que signifique eso) y nunca vuelven.

La banda gallega Los Suaves cuenta en su repertorio con un gran número de temas comprometidos y reivindicativos, profundamente humanos, y cuentan con una sensibilidad extraordinaria a la hora de tratar y reflejar el sentimiento de tristeza. No abundan los grupos que brillan en temas sobre la tristeza o el dolor. Los que se me vienen a la cabeza son Los Suaves y Doctor Deseo, verdaderos maestros en ahondar en sentimientos profundos de tristeza desde el pentagrama musical. Y, así, Los Suaves demuestran que la reivindicación no solo puede activarse desde la rabia (como tantas bandas punk o heavy) o desde lo festivo (como algunas propuestas ska).

San Francisco Express es un discazo que Los Suaves se marcaron allá por 1997.

Ourense-Bosnia despliega nueve minutos largos de manifiesto. Es una canción comprometida, alejada de las radiofórmulas, cargada de mensajes que llegan mucho más allá del homenaje a Isaac Piñeiro. Explota así un recurso muy típico en Los Suaves, de contar una historia pequeña, de personajes, que acaba siendo representativa de una realidad mucho más amplia. Ahonda en el sentido de la vida, en el sinsentido de la muerte, en cómo todas las grandes palabras sobre la patria, el valor o el deber se deshacen ante la realidad del dolor de la muerte, de esa muerte tan atroz que provoca el enfrentamiento entre seres humanos. Desvela, también, la verdadera naturaleza de las guerras, sus motivaciones gestadas en las oscuras altas esferas del poder y totalmente alejada de la verdadera patria: tu casa, tu familia, tus amigos.

En lo musical, Ourense-Bosnia es rebelde en varias dimensiones. En el sonido agresivo de las guitarras, en el tono contestatario de mitin de letra y voz, en el propio planteamiento de su estructura y su longitud tan alejado de la «norma» de esas canciones que, sin asumir compromiso alguno, son alzadas al pódium de la moda por los mismos medios de comunicación que blanquean las guerras.

Cada sílaba de esta canción está cargada de sentido, del peso de tantas almas de jóvenes soldados empujados al matadero por la mano de los oligarcas y señores de la guerra. Escuchar Ourense-Bosnia es toda una actitud en sí misma. Y hacerlo ayuda a que uno pueda ir a cualquier parte con la barbilla alta y un orgullo de ser un verdadero defensor de la paz.

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Música de ciencia ficción 10: STARMAN (David Bowie)

Didn’t know what time it was, the lights were low
I leaned back on my radio

Es muy probable que a la mayoría de los que seguís esta serie de posts sobre música de ciencia ficción quien primero os viniera a la cabeza fuera el gran David Bowie.

Tengo que reconocer que con este artista me pasa un poco lo mismo que con la mayoría de referentes culturales de los años 70: no me atrajeron en un primer contacto de niño o de joven y, sin embargo, me han entusiasmado al redescubrirlos ya de cuarentón.

He elegido Starman.

David Bowie ofrece un catálogo espectacular de música de ciencia ficción, así que el Starman de hoy es solo el inicio de otras canciones del artista británico que, seguro, traeré a esta serie de posts. Y es que esta canción, sin ir más lejos, se incluye en el álbum The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars (1972) un disco conceptual todo entero dedicado a ciencia ficción. ¿No es genial?

Inconfundible Bowie

Me encanta la música que Bowie logró enlazar con la carrera espacial y los avances de los años 60 y 70. En aquella época, el espacio era tema habitual en los informativos y, supongo, en las conversaciones cotidianas. Es una pena que hoy en día la fascinación científica se haya enfriado para el gran público. Me maravilla pensar que lo popular, lo «pop», supo incluir entonces temas complejos, transcendentales y que invitaban a la reflexión. Si el pop demanda artistas con una buena profundidad de pensamiento y una alta calidad intelectual, creo que se logran obras y sociedades mucho mejores. No digo que hoy en día no haya una producción cultural tan buena o mejor que entonces, pero mi impresión es que la calidad ha quedado relegada a segundo plano y muchos productos culturales de éxito son, en realidad, mediocres. Además, las redes sociales parecen estar dominadas por algoritmos que nos ofrecen toneladas de contenido similar a lo que ya hemos consumido, dificultando enormemente el descubrimiento de cosas nuevas, distintas y realmente originales. Así, ¿cómo saber de nuevos artistas y obras que nos abran la mente a nuevos caminos?

Pero dejemos la pataleta y volvamos a Starman.

La propia textura de la canción es genial. Me encanta esa repetición de sílabas finales en algunos versos, esa melodía inconfundible y ese mensaje que admite interpretaciones, tanto de la crítica como, sobre todo, personal de cada uno.

Y es que esta es la fuerza de las canciones gracias a la que, en ocasiones, son superiores al resto de géneros literarios. Las canciones insinúan, cuentan brevemente o esbozan, invitando (¿obligando?) a los oyentes a poner mucho de su parte para completar la obra. Así, yo imagino unos niños protagonistas, únicos capaces de conectar con el mensaje de Starman, porque aún no han perdido su capacidad de pensamiento mágico. Sí, ese mismo tipo de pensamiento que hace que los niños disfruten de una manera tan plena de los cuentos de hadas maravillosos. Hay cosas que solo pueden ocurrir hasta la edad de ocho o nueve años porque luego el cerebro cambia y pierde pie en ese sentido de la maravilla.

Starman me gusta porque conecta ciencia ficción con magia y fantasía a través de los niños, clave de todo. Para mí, esto es nuclear. Soy escritor en géneros de ciencia ficción e infantil y me cuesta horrores explicar que para mí tiene un sentido único. Lo intento a través de mi newsletter Holoceno 13000, pero es difícil, y por eso me entusiasma encontrar ejemplos que me ayuden a justificar mi posicionamiento creativo. Y si el ejemplo viene de la mano de un artista tan brutal como David Bowie, mucho mejor.

Aunque también podría ser que esté proyectando mi manera de pensar en su canción, claro, y quiera encontrar validación para mis ideas en referentes culturales externos.

Starman puede ser una metáfora de inocencia, si se quiere, o metáfora también si nos empeñamos que la canción puede estar dirigida a ese manido «niño que todos llevamos dentro». Pero, no nos engañemos, el centro de gravedad de la canción Starman ya no está en nuestro ombligo.

Hoy le he puesto esta canción a mi hijo. No me lo esperaba, pero le ha gustado y se ha interesado por la letra. Definitivamente, es una canción multigeneracional, aunque su esencia solo pueda pertenecer con plenitud a los más pequeños.

Y tú, ¿cómo interpretas esta canción? ¿Cómo es tu Starman?

Ficha técnica

  • Canción: Starman
  • Artista: David Bowie
  • Álbum: The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars
  • Año: 1972
  • Duración: 4:14
  • Escúchala en Spotify clicando aquí:

La imagen mostrada de cubierta del álbum se utiliza en baja resolución, a título ilustrativo y sin fines lucrativos. Es, además, una imagen ha sido utilizada en numerosas webs de internet distintas a esta. Puede estar sujeta a copyright.

Música de ciencia ficción 07: ¿QUIÉNES SOMOS? ¿DE DÓNDE VENIMOS? ¿ADÓNDE VAMOS? (Siniestro total)

¿Qué son los agujeros negros?
¿Se expande el universo?
¿Es cóncavo o convexo?

¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Adónde vamos? es una canción de los geniales Siniestro Total, incluída en su álbum Menos mal que nos queda Portugal de 1984.

La ciencia y la ciencia ficción tienen en común el hecho de que plantean preguntas. Se diferencian, eso sí, en la manera de responderlas. La primera utiliza el método científico y, la segunda, la especulación.

Por eso, esta canción de Siniestro total se mueve muy bien entre la ciencia, la filosofía y la ciencia ficción. Plantea tres preguntas cruciales.

¿Quiénes somos? es una pregunta que apela muy directamente a la filosofía.

¿De dónde venimos? es una cuestión que cae, principalmente, en el tejado de los científicos.

¿Adónde vamos? es el interrogante que más genuinamente pertenece a la ciencia ficción, a su capacidad especulativa y predictiva. Es la pregunta más incómoda de todas y la aborda a menudo también la política, con mejor o peor tino y muchas veces de manera capciosa.

Algunos buscan las respuestas en alguna de las más de 4.000 religiones que existen actualmente en el mundo, pero me temo que por esa vía se obtienen más 4.000 respuestas distintas, muchas arbitrarias y contradictorias entre sí y, lo más grave, todas con la seguridad de que solo una es verdadera y las otras más de 3.999 son falsas o incluso herejes.

La ciencia es más humilde, ya que ofrece la mejor respuesta que es capaz y queda abierta tanto a las críticas como a aceptar, si se descubre, una respuesta mejor.

La ciencia ficción, por lo general, es muy potente planteando preguntas, pero suele andar a tientas con las respuestas. De hecho, la resolución que ofrece no deja de ser ficción, quizá basada en alguna hipótesis, pero siempre inventada, orientada al entretenimiento y la reflexión y sin pretensiones de ostentar la verdad. La ciencia ficción se mueve en el modo verbal condicional, de lo que podría suceder, no ofrece certezas ni pretende hacerlo.

La canción de Siniestro total es punk. Y con esto me refiero más a su mensaje que al género musical, que algunos podrían decir que escora más al rock.

¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Adónde vamos? es punk porque encierra una rebledía muy fuerte y genial. Sí, son preguntas trascendentes, pero son expuestas en la canción de un modo casi casual, desenfadado, casi humorístico, popular, como asumiendo que cualquiera puede planteárselas. En un bar. En una conversación con el vecino. En cualquier momento. Y estas pregutnas debe podérselas plantear cualquiera, sin importar procedencia, clase social, orientación sexual ni ningún otro factor.

Y esa es la rebeldía y el carácter punk de la canción. Porque a veces parece que plantearse preguntas, ser curioso o crítico está mal. A veces parece que las repuestas a las cuestiones importantes solo pueden ofrecerlas las personas importantes, como los líderes políticos, religiosos, económicos, mediáticos o culturales. Incluso, más allá, a veces parece que sólo ciertas autoridades tienen la capacidad de plantear las preguntas correctas que la sociedad debe hacerse. Pues no, menos mal que nos queda Siniestro total que nos recuerda que todos y cada uno de nosotros podemos ser curiosos, críticos, y podemos pensar en los temas verdaderamente trascendentes. El futuro y el adónde vamos incluído.

Para mí, este es el verdadero punk, el que contribuye a la emancipación del pensamiento, el quenos hace más libres frente a los sistemas. No son punk, a mi modo de ver, las canciones que hacen apología de las drogas (una forma de esclavismo) ni las que intentan adoctrinar inyenctando a los oyentes un cierto adoctrinamiento (por mucho que sea un adoctrinamiento contra el poder, el sistema o ciertas tradiciones). No. El verdadero punk es incómodo en los dos lados de la balanza, en el del poder, pero también en el del individuo, porque le hace pensar y le fuerza a crearse un criterio propio (¿qué pereza, ¿no?, ¡con lo fácil que es que otro piense por ti!).

Tú verás. Puedes correr ahora a escuchar este temazo de Siniestro total. Puedes investigar qué dicen los filósofos sobre quiénes somos. Puedes estudiar lo que historiadores y científicos han descubierto sobre de dónde venimos. Puedes preguntarte, junto con algún buen libro de ciencia ficción, adónde vamos. Haz lo que quieras, pero con criterio (el tuyo). Si eres punk, tienes un ÁURYN.

Ficha técnica

  • Canción: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Adónde vamos?
  • Artista: Siniestro total
  • Álbum: Menos mal que nos queda Portugal
  • Año: 1984
  • Duración: 2:36
  • Escúchala en Spotify clicando aquí:

La imagen mostrada de cubierta del álbum se utiliza en baja resolución, a título ilustrativo y sin fines lucrativos. Es, además, una imagen que ha sido utilizada en diferentes webs de internet distintas a esta. Puede estar sujeta a copyright.

Piece of my heart (Janis Joplin)

Tengo un relato en proceso de ideación que mezcla una banda de rock y un personaje con poderes paranormales. En un momento dado, quiero mencionar en el relato al club de los 27.

El club de los 27 hace referencia a una serie de músicos y otros artistas que murieron a la edad de 27 años. Los de mi quinta recordamos muy bien el caso de Kurt Cobain, el líder de Nirvana, porque la noticia de su muerte nos cogió de sorpresa en plena adolescencia en los años noventa profundos. Los que sean más jóvenes que yo, recordarán con más claridad el caso de Amy Winehouse.

Aunque el fallecimiento de Cobain vino a acuñar definitivamente el concepto del club de los 27, la cosa se había gestado antes, entre 1969 y 1971, con la muerte de músicos como Brian Jones de los Rolling, Jimi Hendrix o Jim Morrison de The Doors.

Y con la muerte de Janis Joplin.

Podría decir que busqué un vídeo de Joplin para documentarme, pero no sería del todo cierto porque la referencia al club de los 27 en el relato será solo eso, una referencia, una mención o un comentario de algún personaje.

Pero no todo es documentación.

Hay otra cosa que los escritores necesitamos y es meternos en contexto, entrar en un cierto modo de pensar, acercarnos a un estado emocional determinado. Esto ayuda a darle a la escritura el pulso necesario, la textura adecuada.

Fijaos qué potente es este video de Piece of my heart en directo grabado en Alemania en 1968, y donde Janis Joplin lanza una interpretación bestial.

No es una voz que pueda decirse en el canon de lo que es cantar bien, pero transmite muchísimo. Pone los pelos de punta. Me impresionó la actuación de Joplin y me he creado mi propia imagen de esta mujer, mi propio personaje completado con mucha imaginación y detalles que tan solo son ficción.

Veo a la cantante ya devastada por la heroína y el alcohol en este vídeo, dos años antes de su muerte. De hecho no parece que tenga veinticinco años, está envejecida. Me da la sensación de que, de alguna manera, sabe que morirá pronto y que no son muchos los momentos plenos, como este, que podrá disfrutar. Por eso invita al público al escenario, para hacer de ese tiempo y ese espacio algo inmortal, y quizá también para rodearse de un cariño que realmente necesitaba. Imagino una Janis Joplin que desde niña ha buscado la felicidad, pero que esta le ha sido esquiva. Mi Janis imaginada es una niña primero y luego una adolescente que pide amor a gritos y no lo consigue, y que de tantas ganas lo cree ver ya de veinteañera en un espejismo: confunde la felicidad serena y a largo plazo con el placer inmediato del sexo, el alcohol y la heroína. Aunque quizá solo se sintiera plena en el escenario.

Sí, he creado un personaje, mi Janis Joplin particular, con dos o tres elementos reales y muchísimos ficticios. Pero es que soy escritor y necesito construir el personaje completo. Y con «completo» no me refiero a crearle una biografía de doscientas páginas que trace su vida, sino a darle esencia y sentido. Y la tragedia de una mujer que busca ser querida pero solo encuentra placeres efímeros que acaban con ella me parece algo bastante completo.

Me parece que esta canción, la interpretación tan poderosa, la historia triste que le he inventado a mi Janis y cierta rabia contra las drogas y todo lo malo que provocan crean un marco emocional que, sí, seguro que acaba derramando chorros de «esencia Joplin» en el texto que resulte.

Venga, ya puedes volver a ver el video de nuevo que lo estás deseando. Yo termino aquí el artículo y dejo que Janis te hipnotice con su manera de cantar Piece of my heart.