Música pacifista 01: ONE (Metallica)

Darkness imprisoning me
All that I see
Absolute horror
I cannot live
I cannot die
Trapped in myself
Body my holding cell

ONE es, probablemente, la canción más desgarradora que podemos escuchar sobre la guerra. Una descarga brutal antibelicista con toda la potencia del sonido de la legendaria banda de thrash Metallica. Y, sin embargo, el vector de fuerza más grande de este tema no es el sonido, sino la historia que cuenta y su mensaje.

Y, como se titula ONE, tenía que ser la primera canción a destacar en esta nueva serie de posts sobre música pacifista.

Pertenece al album And Justice for All de la banda, publicado en 1988, y obtuvo un premio Grammy.

ONE está inspirada en el relato de Dalton Trumbo titulado Johnny cogió su fusil (Johnny Got His Gun en su título original) que el genial escritor y cineasta americano nos contó tanto en película (1971) como en novela (1939).

Cuenta la historia de un soldado americano de la Primera Guerra Mundial que queda mutilado por una explosión en el frente. La canción de Metallica se centra en el horror del despertar del soldado, sin brazos ni piernas, habiendo perdido el habla y sus sentidos de vista y oído, pero vivo. Cuenta ese lado de la guerra que sabemos que está ahí, maldita sea, pero que no se suele mostrar en los relatos de héroes. Plantea también el debate de la eutanasia, mostrando un caso extremo de sufrimiento irreversible.

El videoclip de ONE, a diferencia de la versión del disco, intercala escenas de la película Johnny Got His Gun, haciéndolo más impresionante y visceral. Si eres una persona sensible, te recomiendo ceñirte a la versión de audio y evitarte el vídeo. Puede revolverte no solo la conciencia, sino también las tripas, y provocarte una noche de inquietud e insomnio. Te lo digo por experiencia.

El momento más estremecedor musicalmente se desarrolla desde el minuto 4:33 al 5:22. Es probable que este fragmento sea uno de los mejores minutos de la historia del heavy metal.

Un mensaje antibelicista tan crudo como el de Johnny Got His Gun no encajaba muy bien con el discurso de enaltecimiento de la guerra de los Estados Unidos en la época de publicación del libro. La actividad intelectual de Dalton Trumbo cayó bajo el punto de mira del poder. Como consecuencia, el autor fue perseguido. Fue uno de los Diez de Hollywood. Dalton Trumbo fue víctima del macartismo o de la caza de brujas contra el comunismo impulsada por el senador McCarthy en Estados Unidos durante la guerra fría. Esto le supuso al bueno de Trumbo meses de prisión y años de exilio, y a Estados Unidos una mancha más (¡otra!) en su largo historial de injusticias, persecuciones y represión de las libertades.

Por eso la canción de Metallica es, también, un homenaje a Dalton Trumbo, a su obra y a la libertad de expresión. Pero, sobre todo, es un tema antibelicista, pacifista, de esos que por alguna razón no abundan demasiado en las radiofórmulas pero sí en estilos musicales más comprometidos.

Acabo con dos consejos. Uno es trivial: escucha ONE, que es un temazo. El otro es el mejor consejo que recibirás jamás, aunque nunca te lo dirán los poderosos: si hay una guerra, no vayas.

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Leper Messiah

James Hetfield, un poco desenfocado por mi maestría con el móvil

No me esperaba que Metallica tocara su tema «Leper Messiah» en el directo del pasado 3 de febrero, aunque tengo que confesar que solo me fijo en la lista de canciones que una banda lleva en directo si voy a ir al concierto, y quizá sea una pieza habitual en su  repertorio. A mí me sorprendió porque no identificaba el «Leper Messiah» como uno de los más exitosos y, sin embargo, me trajo muy buenos recuerdos.

Por un momento, me vi de nuevo en mi habitación de adolescente, con el «Master of Puppets» puesto en el radiocasete e intercalando los deberes del instituto con la escritura de algún texto literario. Sí, entonces hacía todo esto con música. Podía pasarme la tarde entera, cuatro o cinco horas, estudiando o escribiendo con guitarras eléctricas de fondo. Leer no, para eso necesitaba silencio. Jugaba a desarmar y armar los bolígrafos con sus piezas de plástico y sus muelles para despejarme o, mejor, me asomaba a la habitación de al lado a enredar con mi hermano.

Un gustazo volver a ser adolescente con Metallica, y con mi hermano también al lado en el concierto.