Universo de tinta (homenaje a Stephen Hawking)

Una gota de tinta cayó en el folio en blanco. En un instante quedó impreso sobre el papel un manchurrón completamente negro en su centro y con salpicaduras cada vez más espaciadas en los alrededores. La tinta aún se extendió un poco más hasta que quedó seca. Aunque irregular, la figura generada presentaba una forma inequívocamente redondeada.
—Así se formó el Universo —dijo el profesor Cepeda. Su sobrino le miraba incrédulo. Aquello era más extraño aún que la historia de las jarras filóticas—. Evidentemente, es un modelo simplificado. La superficie del folio representa el espacio-tiempo, pero reducido a un plano de dos dimensiones en lugar de las tres que tiene en la realidad. El impacto de la gota de tinta apenas dura un instante y representa el Big Bang, sus primeros momentos. Desde el punto de vista del papel, que solo tiene dos dimensiones, parece que la tinta, la materia del Universo, ha aparecido de la nada. Pero tú y yo hemos sido testigos de lo sucedido en tres dimensiones y por eso sabemos que el Universo no ha surgido de la nada, sino que es el resultado de que la gota de tinta impacte o se proyecte sobre una superficie.
—O sea —el niño se rascó detrás de la cabeza y tardo unos segundos en hilar su razonamiento—, que si solo nos fijamos en el folio, parece que la tinta ha aparecido de la nada.
—Exacto, ¡muy bien! Mi teoría es que el Universo donde vivimos, de tres dimensiones, es una proyección del Universo real de cuatro dimensiones. Es el resultado de algún proceso o evento cuatridimensional equivalente a la gota de tinta. —El profesor Cepeda tomó aire—. Y podemos ir más allá. Si forzamos la tinta a llegar al borde del folio, allí se encontrará con una línea y ya no tendrá dos dimensiones en las que seguir expandiéndose. Algo parecido ocurre en la realidad, ¿sabes dónde?

El niño negó con la cabeza y el profesor Cepeda continuó inmediatamente.

—¡En el horizonte de sucesos de los agujeros negros! Estas regiones han quedado reducidas de tres a solo dos dimensiones. No se sabe lo que hay más allá del horizonte de sucesos. Los científicos lo llaman singularidad porque no puede explicarse. Igual que el Big Bang, que también es una singularidad. Y por eso creo que la singularidad de un agujero negro puede resolverse de la misma manera: planteando una cuarta dimensión.
—¿Y qué tiene que ver todo esto con la peperomia obtusifolia, tío?
—Sería muy largo de explicar, pero es suficiente con que entiendas una única idea: la translógica puede parecer inexplicable en tres dimensiones, pero toma sentido y coherencia en un modelo matemático cuatridimensional.

Aquella noche, el niño soñó con estrellas, agujeros negros y el Big Bang.

 

En homenaje a Stephen Hawking
Puedes saber más sobre la translógica, la peperomia obtusifolia y las jarras filóticas en Naksatra.

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