Bacter-Robot. ¿Preparado para viajar por el interior del cuerpo humano?

Acaba de salir a mercado mi obra Bacter-Robot.

Es una ficción interactiva en la que tú, lector, eres el protagonista. Te pondrás a los mandos de los bacterrobots, unos nanorrobots que viajan por el interior del cuerpo humano como células biónicas.

Aquí tenéis la sinopsis:

Visitas con tus compañeros de clase el Centro Nacional de Nanomedicina. Allí, el prestigioso doctor Ziyani os presenta el resultado de sus investigaciones: los bacterrobots, unas bacterias robóticas artificiales capaces de navegar por el interior del cuerpo humano y que pueden manejarse a través de un simulador, como en un videojuego. ¿Te atreverás a pilotar los bacterrobots que se desplazan dentro del cuerpo de una persona? Tus decisiones te llevarán a ti y a tus amigos a vivir todo tipo de aventuras. Podrás utilizar los bacterrobots para curar pacientes y salvar vidas en un hospital, tendrás la opción de ganar millones poniendo tus habilidades al servicio de clínicas privadas, quizá descubras en la medicina tu verdadera vocación y quieras consagrarte al estudio y la investigación, o podrás explorar los límites del cuerpo humano en proyectos secretos.
Las opciones son enormes, pero, ¡cuidado! La vida humana es tan valiosa como delicada y tus decisiones podrán llevarte a desenlaces inesperados, sorprendentes e, incluso, fatales. ¿Juegas?

Bacter-Robot ve la luz con la plataforma de lectura digital Octopus Red, dirigida a colegios e institutos así como a la generación de clubes de lectura. Su modelo de lectura social es muy interesante y realizan una gran labor de difusión de la literatura entre los más jóvenes. Por eso es muy motivante publicar con ellos.

Y ha sido un reto escribir con foco en público adolescente y joven.

La colección de Libro-Juegos de Octopus Red va dirigida a alumnos de educación secundaria y que cubre, aproximadamente, la franja de 11 a 16 años. Tiene por principal objetivo el entretenimiento y hacer que los lectores lo pasen genial pero, además, incorpora valores sociales. Por eso, cuando empecé a diseñar Bacter-Robot, me planteé varias cuestiones.

¿Cómo incluir estos valores sin que resulte un libro con moralina?

Primero, diseñé un escenario de campo de batalla. Quiero entretener, hacer disfrutar a los lectores, que vivan aventuras. La temática que me comprometí a abordar en Bacter-Robot es la de fomento de hábitos de vida saludables. Espero haber cumplido el objetivo. Las batallas en el interior del cuerpo humano entre los bacterrobots que pilota el lector y las infecciones y toxinas son un escenario perfecto para compatibilizar la acción y el entretenimiento con la toma de conciencia sobre la salud.

Segundo, enfrenté al lector a algunos problemas habituales relacionados con la salud como los transtornos de peso o el consumo de drogas. Considero que se puede hablar a las claras con los adolescentes sobre estos temas. Son inteligentes.

¿Cómo implicar de verdad a los lectores en la toma de decisiones?

He procurado que cada una de las decisiones que plantea el libro requiera de una reflexión por parte del lector y que, a la vez, mueva la acción. Desde la primera decisión ya afloran los grandes dilemas que quiero mostrar. Se presentan tres posturas que el lector puede explorar: un enfoque de prevención (es mejor prevenir que curar), otro de curación (¡acabemos con las enfermedades!) y un tercero de mejora del ser humano (experimentemos para conseguir mejorar las capacidades del propio cuerpo). Pero estos enfoques no se presentan de forma evidente, sino totalmente envueltos en acción. El lector debe elegir según suceden los acontecimientos, debe guiarse por la intuición y las tomas de decisiones rápidas frente a situaciones concretas más que por una reflexión pausada de qué es lo más conveniente de manera abstracta y objetiva.

¿Cómo manejo las relaciones entre los personajes?

Me gusta que una ficción interactiva el papel de protagonista pueda jugarlo indistintamente una lectora o un lector. La escritura con un narrador en segunda persona presenta algunas dificultades para esto, pero siempre puede encontrarse una redacción alternativa que sea compatible con ambos sexos. Pero, además, en un libro orientado a adolescentes, la relación con los amigos es muy importante. He trabajado con esto en mente con el objetivo de que Bacter-Robot guste igual a chicos y a chicas.

Tras un proceso de creación largo (¡y también muy divertido!), la obra está ya publicada. Ahora ya no es mía, es también de los lectores. Espero que guste, que la hagan suya, que la disfruten y que encuentren su propio camino.

¡A jugar!

Cuentoxil

Cuentoxil 12 comprimidos es la primera caja de medicinas en forma de relatos breves y microcuentos que traigo directamente desde mis laboratorios literarios.

Hacía tiempo que tenía esta metáfora en mente de publicar una colección de textos muy breves o «comprimidos» y jugar a presentarlos como pastillas. ¡Y aquí está!

Portada Cuentoxil
Cuentoxil 12 comprimidos. Sin receta médica.

Es un libro pequeño para leer del tirón o intercalar en cualquier hueco o tiempo de espera. Contiene doce historias muy variadas que incluyen realismo, humor, anticipación tecnológica, terror y realismo mágico. En lugar de prólogo, viene precedido por un prospecto, como no podía ser de otra manera, que explica todo lo necesario para consumir Cuentoxil.

Algunos de los relatos son nuevos y otros los escribí hace tiempo. El espejo vio la luz en una página literaria ya extinta y esta era una ocasión perfecta para rescatarlo y poderlo presentar de nuevo. Otros han sido publicados en diferentes números de la revista literaria La Hoja Azul en Blanco de la asociación Verbo Azul, como Otro yo o El ciclo de papel. En el caso de El Molino, he revisado y ajustado algunas palabras (pocas, hay que reconocer que venía de serie ya muy bien afinado) del texto original que fue finalista del 12 Certamen de Relatos Cortos “Ateneo Cultural 1º de Mayo” en 2004. También hay relatos que han surgido del trabajo en tándem literario con otros amigos escritores, como Indicadores de futuro (de un tándem literario con Aida Millán) o La neuromúsica del momento (a partir de un reto en el tándem literario que tengo ahora activo con Eduardo Fraile y Juan Miguel Lorite).

Esta obra está muy relacionada con Naksatra en cuanto al estilo de los textos, aunque en esta ocasión las temáticas son deliberadamente variadas y dispares. Con Cuentoxil reivindico, de nuevo, la narración breve como una herramienta poderosa en la literatura.

Dejo aquí la lista de comprimidos que componen esta nueva caja de medicamentos. Espero que disfrutéis de Cuentoxil, ¡pero cuidado con los efectos secundarios!

  • Otro yo
  • Conjuro exprés
  • El ciclo de papel
  • La isla de los monstruos
  • Instrucciones para ver una película de terror
  • La vida
  • La neuromúsica del momento
  • Por fin estás aquí
  • El Molino
  • Termópolis
  • Indicadores de futuro
  • El espejo

Naksatra en Lektu

Vuelvo a menudo a los cuentos de Naksatra. Hay autores que, después de publicar una obra, dicen que no vuelven a leerla. Hay varias razones para esto. Una puede ser que los escritores podemos encontrar siempre una redacción mejor, un pequeño ajuste en las tuercas de las letras y renglones; en un libro publicado ya no hay opción de editar y qué mejor manera de evitar la tentación que no leyendo lo escrito. Otra razón puede ser la de dejar libertad absoluta al libro. Una vez publicado, ya no pertenece al autor, sino a los lectores. Ellos serán los que completen la narración con su lectura, su interpretación, su recreación de la historia; los lectores pondrán la otra mitad.

Yo, sin embargo, vuelvo a leer los cuentos de Naksatra con cierta frecuencia, mucho más que cualquier otro de mis libros. Me gusta imaginar que soy otra persona y juego a leerlo como si fuera mi madre, un amigo o un conocido, y procuro intuir el punto de vista o las reacciones que tendrán. Por alguna razón, este libro, o varios de sus cuentos, dan pie a este tipo de juegos.

También me detengo a analizar cómo ha envejecido un cuento. Naksatra tiene la particularidad de que incluye cuentos que han sido escritos con más de quince años de distancia entre ellos. Entre el moderno test de compatibilidad de Izlup y Sorbina y el streaming chat de El último comodín hay más de una década de diferencia, y las tecnologías tienen diferentes texturas. El asistente virtual de otro de los cuentos lo escribí unos años antes de la irrupción de Alexa y de los altavoces inteligentes, y el interés del cuento ha desplazado su centro de gravedad de la curiosidad tecnológica a la situación y los sentimientos del personaje protagonista. Hay cosas por venir, o que quizá nunca vendrán, como el oficio de broncador descrito en Gaspar y Belinda, y otras que aún no sabemos si se extenderán, como las camisetas inteligentes de Abrazo en Múnich. Con respecto a los elementos mágicos, quizá nunca llegue a descubrirse la conspiración de las corbatas, ni tampoco a inventarse un inversión ficcional ni se comprueben las leyes de la translógica, y que yo sepa aún no se han registrado científicamente conversaciones entre farolas y árboles o entre aspiradoras y osos hormigueros. Pero, ocurran o no estas maravillas, siempre queda ver qué interpretación se le puede dar a cada una de ellas, estudiar cómo cambia su figura al mirarlas al espejo de la realidad presente.

En definitiva, para mí Naksatra está vivo, vigente y muy presente. Esta es una de las razones por las que lo he subido a la plataforma Lektu hace unos días. Quiero darle una vida adicional. Hasta ahora, estaba solo disponible en el formato .mobi de los Kindle y aplicaciones de Amazon. En Lektu he incluido el paquete doble, ePub + mobi. Me encantaría que llegara así a más lectores.

Y para celebrarlo, dejo aquí unos aperitivos, algunos relatos de Naksatra publicados en la revista literaria online Libros Prohibidos y, también, cuentos leídos, para quien prefiera escuchar, en el maravilloso podcast A voz en cuento:

Leer Gaspar y Belinda

Leer Ideas para Lucía

Escuchar Linda Pituitaria

Escuchar Ideas para Lucía

Y quien tenga ganas de pedir el menú completo después del aperitivo, aquí dejo el enlace a Lektu:

Naksatra en Lektu