Las vidas de los cuentos

El podcast A voz en cuento ha publicado la versión en audio de mi relato Linda Pituitaria. Conozco a José Jesús, creador de este maravilloso podcast literario desde hace años. No es la primera vez que alguno de mis textos encuentran, gracias a su buen hacer, una versión en audio. Participé con una lectura, esta vez en mi propia voz, en el Segundo especial de poesía allá por 2014, y más recientemente con Ideas para Lucía, el cuento de obertura en mi libro de relatos de realismo mágico Naksatra.

La versión oral en podcast les ha dado una nueva vida a estos textos. Esto me ha hecho pensar en el ciclo de vida de un cuento, y he descubierto que puede ser más largo, interesante y provechoso de lo que podemos pensar al inicio. Por eso en esta entrada quiero incluir una relación de las posibles vidas que puede recorrer un cuento. Si tienes un relato recién terminado, corregido, estás listo para lanzarlo a la aventura y recorrer infinidad de caminos.

  1. Concursos literarios. La cantidad de concursos literarios que incluyen una categoría de cuento o relato es enorme. La mayoría de los concursos exigirá que los textos sean originales e inéditos. Por eso son el primer paso, ya que sólo podremos optar a concursos en esta primera fase en la que el relato está recién cocinado y aún no ha salido de nuestro disco duro. Es una opción excelente, ya que un premio aporta tanto al currículum del autor como al valor del propio cuento premiado. Las convocatorias son tan numerosas que seguramente encontremos varias que se adapten a nuestra obra, por temática, extensión y demás condiciones que establezcan las bases. El único inconveniente de los concurso es que, mientras un relato está en competición, no podemos utilizarlo para otros propósitos. La buena noticia es que los concuros de relato suelen tener plazos más que razonables en los que se conoce el ganador. Uno de los mejores lugares para encontrar convocatorias para concursos es la lista que publica escritores.org. Muchos concursos incluyen, como parte del premio, la publicación del texto en alguna revista, antología o lugar de Internet.
  2. Publicación individual. Un relato puede publicarse de forma aislada. Puede ser en papel en formato cuadernillo, en digital, en plataformas como Wattpad o como entrada en un blog de literatura, propio o como invitado. No será un libro, pero hay muchas formas de publicar textos breves que, por extensión, no encajan en el concepto de libro. Si lo publicamos en formato digital, es importante ser honesto con los lectores y dejar muy claro que se trata de un relato breve, ya que si compran la obra pensando que será una novela para pasar tardes de sillón y chimenea se llevarán un disgusto.
  3. Inclusión en una revista. Varios de mis cuentos estás repartidos en revistas como La hoja azul en blanco o Astrolabium. En este tipo de publicaciones, tu cuento estará acompañado por otros de distintos autores. Las revistas suelen tener detrás círculos de escritores o lectores, por lo que resulta muy gratificante contribuir en ellas.
  4. Antología de varios autores. Similar a la revista, otra manera de darle vida a un buen texto es incluirlo en una antología de varios autores. Estas antologías suelen responder a un elemento común: temática, tipos de autores, o cualquier relación que sirva para explicarle a un lector qué tipos de relatos va a encontrar. Por ejemplo, una antología de ciencia ficción que trata el tema de viajes temporales. Las antologías no sólo las proponen las editoriales, también las comunidades o grupos de escritores, sean de Internet o asociaciones locales, suelen plantear este formato para crear una obra que dé cabida a una representación interesante de sus miembros.
  5. Libro de relatos propios. Este es el paso que di en su día con Naksatra. Requiere más esfuerzo ya que son necesarios varios relatos para conformar una obra, y tampoco vale juntar todo lo uno escribe tal cual: el libro debe tener sentido y coherencia como unidad. No funcionará bien si es un conglomerado de cuentos muy dispares. Las ventajas son evidentes, pero una a destacar es conseguir agrupar las obras que uno puede tener dispersas en revistas, antologías y rincones de Internet y presentarla de forma ordenada a los lectores. En realidad, para mí el libro de relatos propios es el punto principal, la residencia habitual para tu relato y, aunque lo saques de vacaciones a participar en revistas o antologías, será también el punto de retorno y referencia.
  6. Podcast. Lo más maravilloso del podcast es que el cuento escapa del formato texto, sea impreso en papel o en pantalla, y encuentra una vía muy interesante en el audio. Tu cuento como sonido puede ser compañero de cocina, deporte, viaje en coche, paseo o de tareas de la casa. Igual que la radio. Es una vida extra de lo más interesante.

Estas vidas son, en general, bastante clásicas. Es posible ampliar aún más las posibilidades de un texto si nos atrevemos a experimentar con él con formas más arriesgadas. Por eso, cuando terminéis un cuento, pensad en él como una pieza de LEGO con la que podéis jugar y encajar en multitud de diferentes construcciones. Linda Pituitaria, diecisiete años después de su primera publicación, sigue demostrando que es un cuento vigente, vivo y capaz todavía de dar sorpresas y alegrías.

 

Imagen: uno de los caminos que puede tomar un cuento. Tomada de Pixabay.

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