Estamos acostumbrados a ver grandes naves espaciales con fuselajes metálicos en las películas de ciencia ficción. Siempre me han parecido versiones adaptadas de barcos de guerra. Estéticamente funciona, desde luego, y me encanta. Pero cuando uno se cambia las gafas de fan incondicional por las de crítico con carácter científico, se da cuenta pronto de lo poco conveniente de construir grandes estructuras de metal para hacer naves. Normalmente, el metal se encuentra accesible en los planetas, por lo que primero hay que extraerlo de una mina y, después, ponerlo en órbita. Todo esto consume muchos recursos y energía: el metal no es precisamente ligero. Sin embargo, ahí arriba, en el Sistema Solar, disponemos de miles de asteroides de tamaños compatibles con esas grandes naves espaciales. Estas enormes rocas espaciales se encuentran libres de la atadura gravitatoria de un planeta, por lo que es mucho más sencillo y barato lanzarlas a surcar el espacio. Además, proporcionan un buen fuselaje de protección contra radiaciones. En mi obra infantil-juvenil de ficción interactiva ¡Supercoche!, en una de las ramificaciones, un personaje menciona el proyecto de convertir un asteroide en una nave espacial.
Ahora, publico El jardín eterno, un relato de ciencia ficción que explora un paso más en este concepto.
Con este relato he entrado en algunas cuestiones propias de la ciencia ficción, como los viajes espaciales interestelares o la importancia de la ecología. Para la portada, he elegido una representación artística de Oumuamua, el primer asteroide interestelar que se ha descubierto y sobre el que se especuló, incluso desde la ciencia seria, sobre la posibilidad de que se tratara de una nave espacial extraterrestre (créditos: European Southern Observatory. ESO/M. Kornmesser).
Alberto García obró su magia para generar un diseño chulísimo y conjugó la imagen de Oumuamua para crear la portada. Y es que en este caso el diseño cobra especial importancia, porque El jardín eterno inaugura toda una nueva colección de relatos: Mil Oniros Ciencia Ficción. Estoy muy ilusionado con esta colección y con el increíble grupo de personas que están colaborando en ella. Prometo contaros novedades según se vayan produciendo.
De momento, puedes encontrar El jardín eterno en este enlace.