El mercader de Venus, nueva época

Este año 2025 vuelve El mercader de Venus, y lo hace con aires renovados.

Abandona su antiguo formato de antologías de relatos para transformarse en una revista al más puro estilo pulp. Aunque con muy buenas calidades en la cubierta y el papel, todo hay que decirlo.

Además, amplía su rango temático para incorporar, junto a la ciencia ficción que ya contemplaba anteriormente, el terror y la fantasía.

Esto es una buena noticia. En España no abundan las revistas de literatura de género y contar con esta referencia es algo que celebrar. Además, en adelante lanzará convocatorias abiertas a escritoras y escritores, lo que es garantía de variedad y originalidad.

He tenido el privilegio de publicar relatos en los cuatro primeros números de la primer época de El mercader de Venus y, en esta nueva etapa, también participo. Y eso me encanta.

Mi cliente era Inox-7000, con número de serie 9798546041519. Se trataba de un cuchillo de cocina profesional de acero inoxidable forjado, mango de micarta con tres remaches y unos espléndidos veinte centímetros de hoja.
Estaba acusado de asesinato.

Así comienza Inox-7000, el relato con el que contribuyo a este número 5 de El mercader de Venus, el primero de esta nueva época. Es un relato policíaco y de ciencia ficción, con humor y también con un puntito de acidez. He buscado esa doble lectura que tanto me gusta en relato corto, que permite tanto una lectura entretenida y ligera como una reflexión más profunda.

Porque, ¿qué te parece que un cuchillo sea acusado de asesinato?

Si quieres saber más sobre la revista, te lo cuente directamente el editor en esta entrevista en Instagram con todos los detalles. Bueno, te lo contarán el editor, Francisco Tapia-Fuentes, pero también Nuria Chicote, la anfitriona y conductora de la entrevista, y yo mismo, que me colé en la fiesta como autor.

Si quieres descubrir la historia de Inox-7000 y descubrir los otros textos maravillosos que lo acompañan en la nueva entrega de El mercader de Venus, te invito a que te hagas con tu ejemplar aquí:

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Lanzo «WARMOR, armadura de guerra»

Hoy publico nuevo libro.

Pertenece a la colección Mil Oniros Ciencia Ficción. Es ya el número 17 de esta serie de relatos cortos para leer en una hora que sale a la luz.

Sin embargo, es probable que en esta ocasión la lectura de WARMOR lleve más tiempo. Porque se trata de un librojuego y su exploración completa requiere cierta habilidad y concentración.

Sí, he querido colar un librojuego en una colección de relatos. WARMOR trata sobre un robot que, súbitamente, adquiere conciencia de sí mismo. Esta premisa encaja muy bien en la modalidad de lectura que plantean los libros al estilo de los Elige tu propia aventura. Permite al lector ser el protagonista, sentarse a los mandos del robot, dirigir sus pasos y adoptar las decisiones que estime oportunas.

Pero, a pesar de ser un librojuego, no es literatura infantil. Creo que a estas alturas no es necesario recordar que la ficción interactiva, aunque tuvo su boom comercial en los años ochenta de la mano de colecciones dirigidas a niños, abarca mucho más. WARMOR es un relato bélico y trata temas que, aunque habituales en la ciencia ficción, pueden resultar demasiado complejos para un niño.

Te dejo la sinopsis más abajo.

Y si quieres ser el primero en recibir información sobre las novedades y ofertas que lanzo, no tienes más que suscribirte a mi boletín en Substack. Además, ¡por hacerlo te regalo un ebook de ciencia ficción!

Imagina que eres un robot WARMOR modelo Aurora, una armadura de guerra diseñada para garantizar la supremacía de combate en el terreno de la infantería.
Imagina que algo te diferencia de manera radical del resto de máquinas: tú has adquirido conciencia.
Lanzado de súbito a un tablero de juego con más interrogantes que respuestas, deberás buscar tu lugar en el mundo mientras sorteas las amenazas del hostil escenario de la guerra.

El templo de los grillos

Hoy os traigo mi lectura seleccionada del mes de marzo de 2024.

Se trata de un relato.

Ya sabéis que soy un defensor de los formatos breves en literatura. Me encanta la capacidad de los cuentos para innovar, sorprender y ofrecer una experiencia de lectura completa en un intervalo concentrado de tiempo.

También me encanta escuchar historias. Que me cuenten un cuento.

El templo de los grillos, de Nuria Chicote, me ha regalado una de estas experiencias que tanto me gustan.

Se trata de un relato publicado en el podcast Ciencia espeluznante de Principa. Antes que ficción sonora fue publicación en texto en la versión impresa, en el número 18 de Principia Magazine. Pero yo he accedido directamente a la versión en audio.

Y me ha encantado.

Cuenta la historia de una arqueóloga que, siguiendo los pasos del explorador británico Lord Mowbray, busca el templo de Tso-Dre Lha-Khang oculto en algún lugar perdido de Nepal con el objetivo de desentrañar los misterios de una técnica de momificación ancestral.

Sí, tengo costumbre de escuchar audiolibros largos. El templo de los grillos reúne, como relato, algunos atractivos adicionales que lo han aupado a mi lectura seleccionada del mes.

Sobre todo, es una estupenda narración. Un relato de los de verdad, con intriga, con buena ambientación y con escenas llenas de imágenes potentes. Con gancho. Es de esos relatos que te lleva directamente a un terreno de aventuras donde pueden ocurrir cosas fascinantes, a ese lugar donde habitan las historias genuinas, que tanto gusta visitar desde la seguridad de un sillón en el interior de un hogar porque, quizá, nos impresione demasiado y necesitemos recordar que tan solo estábamos leyendo.

Además, insisto, eso de escuchar una historia completa, de principio a fin, en poco más de veinte minutos de locución es absolutamente mágico. La novela es la reina de la literatura hoy en día, pero las narraciones breves tienen su sortilegio especial, ese pulso atávico que poseen las historias antiguas.

La producción es buena. El equipo de Principia ha hecho un estupendo trabajo con la ambientación sonora. Y la propia autora, Nuria, nos lo narra. Nos cuenta su relato al oído. ¿Qué más se puede pedir?

Junto a la recomendación, eso sí, quiero dejar una advertencia. El relato no se enmarca por casualidad en un podcast de ciencia espeluznante. Es muy probable que te haga estremecer.

Yo ya te he advertido. Ahora te toca a ti decidir si te aventuras a penetrar en el templo de Tso-Dre Lha-Khang.

Peter Fechter y «Estrella blanca, estrella roja»

Hay muchos sucesos pasados que ignoro y que, cuando los descubro, me golpean con tanta vigencia como si fueran noticia.

Hace un tiempo me interesé por Nino Bravo, ese cantante de voz poderosa, vídeos en blanco y negro y del que todos -al menos todos los de mi edad- sabemos de memoria algunos estribillos.

Descubrí que la famosa canción Libre se suele atribuir a la historia real de Peter Fechter.

Peter Fechter

Peter fue asesinado en 1962 al intentar cruzar el muro de Berlín. Tenía solo dieciocho años. Fue tiroteado por la Deutsche Grenzpolizei, los militares encargados de vigilar la frontera entre las dos Alemanias. El joven se desangró durante una hora, sin ayuda, delante de decenas de testigos.

Dieciocho años. Un niño.

Yo a los dieciocho años no tenía la misma conciencia del riesgo que tengo ahora. De alguna manera, niños y adolescentes se sienten inmortales. Pero no lo son. Viven muy intensamente y su capacidad de disfrutar es tan enorme como su capacidad para sufrir.

Quizá desde que soy padre me he vuelto más sensible. Cuando leí la historia de Peter Fechter y su trágico final, me afectó de verdad. Sí, un suceso viejo, ya reivindicado y homenajeado, una herida cicatrizada, pero me golpeó con toda la contundencia del presente. Sentí una tristeza enorme y una rabia tremenda. Aquella injusticia, aquella atrocidad, no podía quedar así. Y me daba igual que el muro ya hubiera caído en 1989. Tuve unas ganas enormes de emprenderla a martillazos con una almaina contra aquel muro, como si derrumbarlo físicamente me ayudara a pasar el trago.

Pero no queda ya muro que derribar. Y no tengo una almaina a mano. Tengo, eso sí, papel, bolígrafo y un teclado. Porque soy escritor.

Así creé, como mi homenaje particular, el personaje protagonista de mi relato Estrella blanca, estrella roja, Peter Janos. Lo ubiqué en la ciudad ficticia de Fehresvoros, unión de dos antiguas ciudades enemigas y atravesada por un río, como un trasunto steampunk de Berlín o de cualquier otra ciudad herida tras una guerra. Utilicé palabras en húngaro para poblar el relato de nombres con aire a Europa central y del Este. Y, sobre todo, quise que explotara todo. Sí, quise utilizar el relato como canal en el que detonar toda la rabia que me había provocado la triste historia del otro Peter, del real, de la víctima Peter Fechter.

Por supuesto, mi versión de escritor racional acudió después para construir la historia de Estrella blanca, estrella roja desde una posición, digamos, más profesional y coherente. Importaba también la escaleta de la historia, el estilo, el ritmo, la ambientación, y no solo la víscera pura.

Añadí elementos románticos, sal y pimienta de mi despensa de experiencias lectoras y que cogí de la balda dedicada a La mecánica del corazón de Mathias Malzieu o de La brújula dorada de Philip Pullman, o de mis referencias audiovisuales como Avatar, la leyenda de Korra.

Uno de los ingenios steampunk de Avatar, la leyenda de Korra

Apliqué técnica y oficio para el desarrollo de la trama y, sobre todo, quise escribir un relato que le gustar a mi mujer.

Pero la fuerza inicial seguía ahí. La ciudad partida en dos que se lleva almas por su cicatriz.

Creo que no se puede escribir sin un impulso inicial de rabia, amor, tristeza, esperanza o de alguna emoción primaria. Luego viene todo lo demás y, sí, entra en juego el escritor profesional, práctico, capaz de crear una historia con los elementos que tiene encima de la mesa y a base de constancia. Ahí ya no hay musa ni rabia y el trabajo es eso, trabajo, nada de inspiración romántica.

Pero hubo una pulsión inicial. Una fuerza que hizo a la historia nacer. La historia de Peter Fechter que conocí gracias a Nino Bravo y a su grandiosa forma de cantar Libre.

Ciencia ficción agrícola en «El mercader de Venus»

Francisco Tapia-Fuentes lo ha vuelto a hacer.

Es la persona que impulsa la editorial riojana Con Pluma y Píxel, una editorial independiente con la que es imposible no encariñarse. Abarca librojuegos, fantasía y, algo muy importante: apuesta por el relato de ciencia ficción en español.

Francisco lanzó a principios de 2020 el primer número de El mercader de Venus, una antología de relatos ciencia ficción. Ha continuado con paso firme en esa senda y ya van cuatro números de esta maravillosa antología. Porque este editor incansable lo ha vuelto a hacer: nos ha presentado recientemente el cuarto volumen, dedicado esta vez a ciencia ficción agrícola.

He tenido el privilegio de participar en las cuatro ediciones de El mercader de Venus, Francisco me invitó a aquella primera antología y, desde entonces, sigo fiel y he aportado ya cuatro relatos.

La temática de este cuarto volumen es quizá la más original de todas, ciencia ficción agrícola o agro ci-fi. Un reto. Mi relato El cañón cinético es la respuesta a este reto, una historia ambientada en el Amazonas en un contexto bélico y con una misión que cumplir a machetazos entre la maleza. Te invito a leerlo para conocer la componente de agro ci-fi.

Espero que El mercader de Venus tenga pronto una quinta entrega y que Francisco me invite de nuevo a participar. Confieso, eso sí, que me genera curiosidad e inquietud a partes iguales conocer la temática del siguiente número.

Piece of my heart (Janis Joplin)

Tengo un relato en proceso de ideación que mezcla una banda de rock y un personaje con poderes paranormales. En un momento dado, quiero mencionar en el relato al club de los 27.

El club de los 27 hace referencia a una serie de músicos y otros artistas que murieron a la edad de 27 años. Los de mi quinta recordamos muy bien el caso de Kurt Cobain, el líder de Nirvana, porque la noticia de su muerte nos cogió de sorpresa en plena adolescencia en los años noventa profundos. Los que sean más jóvenes que yo, recordarán con más claridad el caso de Amy Winehouse.

Aunque el fallecimiento de Cobain vino a acuñar definitivamente el concepto del club de los 27, la cosa se había gestado antes, entre 1969 y 1971, con la muerte de músicos como Brian Jones de los Rolling, Jimi Hendrix o Jim Morrison de The Doors.

Y con la muerte de Janis Joplin.

Podría decir que busqué un vídeo de Joplin para documentarme, pero no sería del todo cierto porque la referencia al club de los 27 en el relato será solo eso, una referencia, una mención o un comentario de algún personaje.

Pero no todo es documentación.

Hay otra cosa que los escritores necesitamos y es meternos en contexto, entrar en un cierto modo de pensar, acercarnos a un estado emocional determinado. Esto ayuda a darle a la escritura el pulso necesario, la textura adecuada.

Fijaos qué potente es este video de Piece of my heart en directo grabado en Alemania en 1968, y donde Janis Joplin lanza una interpretación bestial.

No es una voz que pueda decirse en el canon de lo que es cantar bien, pero transmite muchísimo. Pone los pelos de punta. Me impresionó la actuación de Joplin y me he creado mi propia imagen de esta mujer, mi propio personaje completado con mucha imaginación y detalles que tan solo son ficción.

Veo a la cantante ya devastada por la heroína y el alcohol en este vídeo, dos años antes de su muerte. De hecho no parece que tenga veinticinco años, está envejecida. Me da la sensación de que, de alguna manera, sabe que morirá pronto y que no son muchos los momentos plenos, como este, que podrá disfrutar. Por eso invita al público al escenario, para hacer de ese tiempo y ese espacio algo inmortal, y quizá también para rodearse de un cariño que realmente necesitaba. Imagino una Janis Joplin que desde niña ha buscado la felicidad, pero que esta le ha sido esquiva. Mi Janis imaginada es una niña primero y luego una adolescente que pide amor a gritos y no lo consigue, y que de tantas ganas lo cree ver ya de veinteañera en un espejismo: confunde la felicidad serena y a largo plazo con el placer inmediato del sexo, el alcohol y la heroína. Aunque quizá solo se sintiera plena en el escenario.

Sí, he creado un personaje, mi Janis Joplin particular, con dos o tres elementos reales y muchísimos ficticios. Pero es que soy escritor y necesito construir el personaje completo. Y con «completo» no me refiero a crearle una biografía de doscientas páginas que trace su vida, sino a darle esencia y sentido. Y la tragedia de una mujer que busca ser querida pero solo encuentra placeres efímeros que acaban con ella me parece algo bastante completo.

Me parece que esta canción, la interpretación tan poderosa, la historia triste que le he inventado a mi Janis y cierta rabia contra las drogas y todo lo malo que provocan crean un marco emocional que, sí, seguro que acaba derramando chorros de «esencia Joplin» en el texto que resulte.

Venga, ya puedes volver a ver el video de nuevo que lo estás deseando. Yo termino aquí el artículo y dejo que Janis te hipnotice con su manera de cantar Piece of my heart.

Zamagesti y las ciudades inteligentes

Lanzo un nuevo libro, de nuevo dentro de la colección Mil Oniros Ciencia Ficción. Por lo tanto, se trata de un relato de unas 10.000 palabras (alrededor de 50 páginas), independiente y autocunclusivo. Estará disponible a la venta a partir de las Dracónidas, el 8 de octubre de 2022.

Al escribirlo, he removido varios sustratos de mi base de ingeniero. Incluso he invocado a mi personalidad digital de niño, mucho antes de empezar la carrera de teleco en la universidad. Me refiero a la Inteligencia Artificial y a las ciudades inteligentes o smart cities. Pero dejadme que os enseñe primero la portada y ahora mismo continúo unos cuanto píxeles más abajo.

Espero que os hayáis demorado un poco en la portada en lugar de saltar con scroll directo hasta estos renglones, porque tiene dos cosas muy especiales y que juegan muy bien con el contenido de la historia. Se trata de una portada híbrida. La han hecho a medias la Inteligencia Artificial de NightCafe y la inteligencia natural de Alberto García Gómez, gran amigo, ilustrador y diseñador. Y es que Zamagesti, uno de los principales personajes de este relato, es una híbrida, una mujer con un ciberimplante neuronal, la representación de una etapa de transición entre lo puramente humano y lo puramente digital.

Mi relación con la Inteligencia Artificial empezó en la época de los 8 bits, en un ordenador Amstrad CPC464 de cassette y gracias a los libros de Tim Hartnell, un autor pionero en la divulgación y la enseñanza de la programación en aquella época en la que el BASIC reinaba. De todo esto hablé en el blog de mi colega escritor de ciencia ficción Ismael Santiago (os dejo link aquí). Hoy en día sigo enganchado a la IA, esta vez a través de mi trabajo en proyectos de I+D+i. Aunque mi papel no es el de programar redes neuronales ni desarrollar modelos con machine learning, sí que necesito tener una panorámica del estado del arte de la IA y entender cómo puede aplicarse a problemas reales. Y una de las cosas que tengo presente siempre es que la IA es una solución imperfecta. Cuando existe una manera determinista de hacer las cosas, la IA no tiene sentido. Vale, la afirmación es demasiado categórica y rascando un poquito se le verán las costuras, pero resume bien, creo, para qué cosas sirve mejor la IA. En general, la IA funciona bien cuando no hay una ecuación que describa un comportamiento y debemos recurrir a probabilidades, parecidos, comparaciones y otras formas matemáticas que como resultado dan, en lugar de una certeza, una probabilidad. Por eso me parecía interesante jugar a personificar la IA y pensar qué es lo que más rabia le daría. Y mi conclusión es que lo que más odiaría una IA, si tuviera sentimientos, sería precisamente la incertidumbre, lo impredecible, porque es lo que hace que falle y sea menos eficiente. Así me había encontrado con un personaje, un un prototipo de personaje: una IA que busca mejorar sus porcentajes de acierto y, además de mejorar sus algoritmos, se empeña en eliminar los factores de incertidumbre.

Por otro lado, todos sabemos que la incertidumbre es precisamente la sal y pimienta de la vida. Así que el choque máquina-persona está servido. Necesitaba ahora instalar en algún sitio a mi recién creada IA ficticia.

¿Dónde mejor que en una smart city?

He trabajado durante muchos años en smart cities, ciudades inteligentes. No os quiero aburrir, pero yo estuve allí, hace muchos años, cuando desde la patronal española se dio una definición de qué es una smart city, la definición que luego se adoptó ampliamente. Y también estuve cuando se creó en comité de normalización de AENOR sobre ciudades inteligentes, y cuando se definieron varios programas de I+D+i para el desarrollo con su debido pertrecho de millones de euros, o cuando hablamos de los grandes problemas: densidad, interoperabilidad, mantenimiento de los sensores, qué plataformas usar y mil cosas más. Dicho todo esto, yo era una pieza más en medio de los grandes actores en esto de las smart cities, pero sí puedo decir que tengo una conciencia bastante presente de lo que son y lo que no.

Había escuchado unos días atrás la noticia de que una empresa china de videojuegos había colocado como directora general o CEO a una IA en lugar de a una persona y quería aprovechar ese concepto tan potente para hacer ficción sobre ello. Creo que pocas veces he tenido una base documental y de experiencia tan sólida para escribir un relato como el que estaba gestando en la imaginación. Y, sin embargo, la narración me pudo. La historia me ardía en las manos y la tecleé totalmente inmerso en la trama y sin dejar entrar en mi cerebro todo ese torrente de conocimeinto sobre IA y sobre smart cities. que he atesorado con la fuerza de los años. No, lo tengo tan interiorizado que no necesité abrir una sola pestaña de navegador para documentarme en internet, pero es que la historia me atrapó y no me dejaba despegarme de la página y el teclado.

Así se creó Zamagesti. Al final, la base científica y tecnológica de IA y smert cities que contiene se quedó minimizada a un barniz. Un barniz sobre el que he echado a correr a mis personajes: motos, drones, disparos, velocidad y mucha electricidad.

Estaré encantado de conocer qué os parece el relato. ¡Gracias por leer!

Ebook: https://www.amazon.es/dp/B0BH3FM5N9

Tapa blanda: https://www.amazon.es/dp/B0BHG8GJ26

De libertad, elecciones y fusilamientos

Las ecuaciones y modelos matemáticos pueden predecir el comportamiento de sistemas cada vez más complejos. Pero, ¿hasta qué punto la realidad responde a un esquema determinista?¿Está el libre albedrío de las personas sujeto a algún complejo sistema de ecuaciones o existe la libertad real?
Con estas premisas he cocinado El libre albedrío, un nuevo relato dentro de la colección Mil Oniros ciencia ficción.

Muchos sistemas en la naturaleza se comportan según unas leyes deterministas. Por ejemplo, la Luna orbita alrededor de la Tierra no de una forma caprichosa, sino que sigue unos patrones que somos capaces de expresas en ecuaciones y, por lo tanto, prever su movimiento futuro.

Otros sistemas tienen comportamientos difíciles de predecir con precisión, pero que se ajustan a patrones generales. Por ejemplo, el vuelo de una abeja puede parecer aleatorio a simple vista pero, estudiado con suficiente perspectiva, responde a una lógica que puede más o menos ser descrita y explicada. Muchos dirán, de hecho, que la abeja no es libre, sino que actúa por instinto y de acuerdo a su rol dentro de la colmena.

Los seres humanos nos creemos libres. Sin embargo, muchas de las acciones que realizamos son involuntarias, automáticas, rutinarias o instintivas. Latir, respirar, bostezar, rascarse, comer, beber o dormir no parecen acciones sobre las que podamos elegir. Profundizando un poco más, al parecer los estados de ánimo tienen una base química y vienen a ser reflejo de un cierto cóctel hormonal. Si vamos al límite, ¿son nuestras decisiones realmente libres o son el resultado de una configuración específica de elementos físicos y químicos?

Estas reflexiones no son nuevas. Creo que desde que enfrenté de niño a la ecuación de «velocidad = espacio/tiempo» me pregunto qué otras cosas se pueden calcular y si acaso incluso lo extremadamente complejo, aleatorio a nuestros ojos, es un resultado que no podría ser de otra manera. Lo novedoso es que ahora he transformado esta inquietud en relato. El libre albedrío es el resultado de imaginar opciones, de reflexionar y, sobre todo, fantasear. Verá la luz el 30 de julio de 2022, con motivo de la lluvia de estrellas de las Delta Acuáridas, bajo la colección Mil Oniros ciencia ficción. La versión digital está ya en preventa al precio especial de 0,99 € solo hasta el 30 de julio. Puedes hacerte con él haciendo clic en la imagen de portada, o directamente aquí.

Os dejo la sinopsis a continuación:

¿Qué harías si formaras parte de un pelotón de fusilamiento? El soldado Alexei Snegov decidió no disparar. Esta elección precipita una serie de acontecimientos que conducen a Alexei a la remota base científica de Tiksi, al norte de Rusia. Con la guerra como trasfondo, el soldado descubrirá las avanzadas teorías del profesor Zorko y se verá abocado a participar en sus experimentos. La investigación, motivada por la posibilidad de desarrollar un arma definitiva, esconde sin embargo una realidad mucho más trascendente y que responde a una de las grandes preguntas. ¿Somos los seres humanos realmente libres?

Cumplecuento 2022: «Pretty women»

En 2021, con motivo de mi cumpleaños, decidí corresponder a las felicitaciones con un cuento. Ahora, en 2022, quiero repetir la experiencia.

Lo primero, muchas gracias por tu cariño y por acordarte de mí el día de mi cumple. Aunque es mucho más apropiado ofrecer tarta, hasta que las impresoras 3D hagan realidad la «internet of food» y no permitan adjuntaros un buen trozo, optaré por invitarte a un archivo con letras. Para este año, he elegido mi cuento «Pretty women», un relato muy televisivo. ¡Aquí lo tienes! Puedes leerlo directamente o descargarte el PDF pinchando un poco más abajo.

¡Espero de verdad que te guste! Este año, además, he querido consolidar la idea del cumplecuento y darle su propio diseño a modo de colección. El formato incluye imágenes de portada creadas por inteligencia artificial. He actualizado «La neuromúsica del momento», el cuento que inauguró todo esto en 2021. Si te lo perdiste el año pasado, o si ya lo leíste pero quieres volverlo a disfrutarlo en su nuevo formato, ¡todo tuyo!

Aprovecho esta entrada para pedirte que te sumes a mi lista de correos de lectores. Si te suscribes te enviaré el boletín Holoceno 13000. No pretendo hacer spam, tan solo informarte de novedades, de los libros que publique, de las firmas y eventos literarios en los que participe y ese tipo de cosas. Como puedes intuir por el nombre tan largo con el que lo he bautizado, compartiré también cierto contenido que habita esa intersección entre lo formal y científico-técnico de los nodos y enlaces con lo fantástico y literario de los nudos y desenlaces. Pero no te preocupes, no bombardearé tu bandeja de entrada y solo lo recibirás cuando realmente tenga algo con chicha que contarte. ¿Te apuntas?

5 razones para leer «El jardín eterno»

El pasado 12 de agosto de 2021 publiqué El jardín eterno, un relato con el que, además, se daba el pistoletazo de salida a la colección Mil Oniros Ciencia Ficción.

Inaugurar una colección así, en la que colaboramos un conjunto de autores de lo más interesante, es un verdadero privilegio. He querido que El jardín eterno refleje lo mejor posible las bases que han inspirado la creación de esta colección.

Por eso, quiero destacar en este artículo 5 características importantes en la colección y que quiero presentarte como 5 razones para leer El jardín eterno.

1. Puedes leerlo del tirón. Soy un defensor de la literatura breve. Como género, el cuento es flexible y potente, muy adecuado para experimentar en formatos y para explorar temáticas de una manera más ágil que la novela. Pero, sobre todo, invita a leerlo del tirón en una única sesión de lectura. Ofrece así al lector una experiencia de lectura completa, una historia con principio y fin, para disfrutar en un tiempo reducido. Un relato puede transformar un viaje en transporte público o una espera en el médico en un momento mágico.

2. Apoyas la ciencia ficción en español. ¿Te has preguntado alguna vez por qué todas las invasiones alienígenas parecen ocurrir en Estados Unidos? Aunque la ciencia ficción es un género muy rico y casi infinito, y a pesar del nuevo empuje oriental, todavía sufre un sesgo hacia el mundo anglosajón. No en vano, los lectores americanos lo han tratado bien: han leído y consumido historias de ciencia ficción desde su concepción como género moderno, creando un mercado adecuado para el lanzamiento de las primeras publicaciones y revistas pulp. Leer relatos como El jardín eterno —o como cualquier otro de la colección Mil Oniros— es apoyar la ciencia ficción en español. Con suerte, conseguiremos traer a los aliens a nuestro país. He ambientado El jardín eterno en lugares como Huesca, la zona norte de Madrid o el Complejo de Comunicaciones de Espacio Profundo de Robledo de Chavela.

3. Podrás descubrir nuevas propuestas científicas y tecnológicas. Algunos avances como la llegada del hombre a la Luna o la utilización de satélites en órbita geoestacionaria fueron anticipados por autores de ciencia ficción, años antes de que se hicieran realidad. En El jardín eterno, propongo un modelo de nave espacial totalmente distinta a la clásica nave de fuselaje metálico. Podrás encontrar esta y otras propuestas, con diferentes grados de rigor científico, en las diferentes historias de la colección.

4. Verás un mensaje ecologista. Aunque no hay más que ver el telediario para atar cabos y concluir que ya estamos inmersos en medio del cambio climático, en ocasiones es necesario tomar distancia para ver la situación en perspectiva. La ciencia ficción juega de manera muy habitual a ponernos en esa situación de alejamiento, de distancia, y a mostrar futuros alternativos. En El jardín eterno, el medio ambiente no es protagonista, pero sí un escenario que los personajes asumen como cotidiano sin grandes dramas y que, a nuestros ojos, puede impactar. ¿Acaso no estamos ya en una situación de degradación ecológica difícil de aceptar hace un par de generaciones?

5. Mujer, mayor y protagonista. Una ficción con personajes atléticos, machos, jóvenes, guapos y capaces de las más arriesgadas maniobras es, desde luego, una opción genial de entretenimiento. Pero no debe ser la única. La protagonista de El jardín eterno es mujer. Pero no es una mujer sexy que maneja una espada láser con gran habilidad. Tampoco responde al arquetipo de joven, guapa e inteligente. Es una doctora (inteligente, eso sí) de alrededor de sesenta años de edad. Y es la protagonista. Quizá, a día de hoy, son muy pocas las apuestas de las grandes productoras de contenidos por historias protagonizadas por personajes fuera del núcleo jóven-guapo/guapa. Pero lo que de verdad me interesa es la apuesta que hagas tú, que a fin de cuentas eres quien va a leer el libro. Quiero reivindicar las mujeres mayores como protagonistas de gran interés. La historia que se cuenta en El jardín eterno, además, no podría funcionar de otra manera.

Espero que estas 5 razones para leer El jardín eterno se transformen en 5 motivos por los que has disfrutado de su lectura. Son, también, 5 buenos motivos que he tenido yo para escribirlo. Te lo dejo aquí con todo mi cariño.

La familia de «El mercader de Venus vol. 3»

Ayer, 17 de junio de 2021, la Asociación Riojana de Escritores (ARE) y la editorial Con Pluma y Píxel organizaron una presentación con autores de El mercader de Venus vol. 3.

Esta antología de ciencia-ficción, con temática ciberpunk, es muy especial para mí. Y no solo porque participo con un cuento. También, porque lo hacen otros compañeros y amigos escritores con quienes comparto camino. Venimos a formar una familia literaria con epicentro en la figura de nuestro genial editor, escritor y amigo Francisco-Tapia Fuentes.

El video de la presentación en la ARE deja ver esa buena relación que mantenemos. Es importante escribir, pero más aún lo es disfrutar del oficio de escritor. Publicar en Con Pluma y Píxel garantiza una buenísima experiencia.

¡Gracias a todos por este rato tan bueno! Y no me enrollo más, que querréis ir directos al vídeo:

Cómo ganar un concurso de microrrelatos

Durante los meses de marzo y abril de 2020 fui jurado de la serie de concursos semanales de microrrelatos organizados por Covadonga González-Pola, directora de la Escuela Tinta Púrpura, a través de Instagram. En mayo de ese mismo año grabé un vídeo que, sumando al bagaje que tenía en literatura breve con la experiencia como jurado, me atreví a titular «Cómo ganar un concurso de microrrelatos». El vídeo se emitió en el grupo de Facebook de la Escuela Tinta Púrpura como una de las muchas actividades que Covadonga puso en marcha en pleno confinamiento por el Covid-19. Hoy, casi un año después de aquello, quiero recuperarlo para todos los lectores que os acercáis a mi web. Creo que los puntos tratados son importantes para conseguir buenos microrrelatos, espero que os resulten útiles.

La experiencia en este concurso fue especial. Trabajé muy cómodo y con mucha libertad con Covadonga. Cuando me propuso ser jurado me pareció de lo más interesante por dos razones principales. La primera, porque el microrrelato es un género que me encanta, como lector y como escritor. La segunda, porque para mí Covadonga es una referencia en literatura y es un privilegio colaborar con ella.

¡Seguimos leyendo y creando microrrelatos!

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Sorpresas en el espacio

Es una alegría ver publicado el segundo volumen de El mercader de Venus. Por varias razones. Una de ellas, por supuesto, es que estoy encantado de participar de nuevo con un relato. Pero quizá la más importante es que este segundo volumen da continuidad a la antología original, con lo que esto supone: tenemos una colección dedicada a los relatos de ciencia ficción en nuestro país. Una colección que apuesta por autores españoles, por un género fabuloso como es la ciencia ficción y por el formato de relato corto, que tantas opciones ofrece. Por eso, hay que reconocer la labor del editor, escritor y amigo Francisco Tapia-Fuentes, quien ha coordinado la antología.

La ciencia ficción cumple muy bien con su labor de entretenimiento. En esta antología queda más que demostrado. Pero, además, es una herramienta perfecta para reflexionar, para tomar perspectiva y mirarnos con otros ojos, con cierta distancia, y evaluar qué nos deparará el futuro y qué tal estamos haciendo las cosas en el presente. Tras un año 2020 tan convulso, e inmersos aún en una situación complicada en los inicios de este 2021, la reflexión es sin duda una buena manera de encontrar una posición desde la que vivir y actuar.

Ya sea por pasar momentos agradables y de diversión, o bien por atraer ese estado de reflexión, agarrar un libro como El mercader de Venus vol. 2 es una excelente idea.

A continuación, os dejo la relación de historias y sus autores que encontraréis en este libro:

  • Perihelio de Plutón, por José del Caño
  • Silencio, por Marco Granado
  • Las noches de Calisto, por Juan Pablo Fernández del Río
  • Innombrable, por Unari E.S.
  • Hellow Fellow, por Daniel Vargas
  • El objeto Gilaed, por Joseto Romero
  • Doppelgänger, por Jacobo Feijóo
  • Normas y ordenanzas, por Francisco Tapia-Fuentes
  • Inversión de probabilidad, por Fernando Lafuente Clavero

Puedes visitar la web de Con Pluma y Píxel para saber más o pinchar aquí para hacerte con un ejemplar.

Las vidas de los cuentos

El podcast A voz en cuento ha publicado la versión en audio de mi relato Linda Pituitaria. Conozco a José Jesús, creador de este maravilloso podcast literario desde hace años. No es la primera vez que alguno de mis textos encuentran, gracias a su buen hacer, una versión en audio. Participé con una lectura, esta vez en mi propia voz, en el Segundo especial de poesía allá por 2014, y más recientemente con Ideas para Lucía, el cuento de obertura en mi libro de relatos de realismo mágico Naksatra.

La versión oral en podcast les ha dado una nueva vida a estos textos. Esto me ha hecho pensar en el ciclo de vida de un cuento, y he descubierto que puede ser más largo, interesante y provechoso de lo que podemos pensar al inicio. Por eso en esta entrada quiero incluir una relación de las posibles vidas que puede recorrer un cuento. Si tienes un relato recién terminado, corregido, estás listo para lanzarlo a la aventura y recorrer infinidad de caminos.

  1. Concursos literarios. La cantidad de concursos literarios que incluyen una categoría de cuento o relato es enorme. La mayoría de los concursos exigirá que los textos sean originales e inéditos. Por eso son el primer paso, ya que sólo podremos optar a concursos en esta primera fase en la que el relato está recién cocinado y aún no ha salido de nuestro disco duro. Es una opción excelente, ya que un premio aporta tanto al currículum del autor como al valor del propio cuento premiado. Las convocatorias son tan numerosas que seguramente encontremos varias que se adapten a nuestra obra, por temática, extensión y demás condiciones que establezcan las bases. El único inconveniente de los concurso es que, mientras un relato está en competición, no podemos utilizarlo para otros propósitos. La buena noticia es que los concuros de relato suelen tener plazos más que razonables en los que se conoce el ganador. Uno de los mejores lugares para encontrar convocatorias para concursos es la lista que publica escritores.org. Muchos concursos incluyen, como parte del premio, la publicación del texto en alguna revista, antología o lugar de Internet.
  2. Publicación individual. Un relato puede publicarse de forma aislada. Puede ser en papel en formato cuadernillo, en digital, en plataformas como Wattpad o como entrada en un blog de literatura, propio o como invitado. No será un libro, pero hay muchas formas de publicar textos breves que, por extensión, no encajan en el concepto de libro. Si lo publicamos en formato digital, es importante ser honesto con los lectores y dejar muy claro que se trata de un relato breve, ya que si compran la obra pensando que será una novela para pasar tardes de sillón y chimenea se llevarán un disgusto.
  3. Inclusión en una revista. Varios de mis cuentos estás repartidos en revistas como La hoja azul en blanco o Astrolabium. En este tipo de publicaciones, tu cuento estará acompañado por otros de distintos autores. Las revistas suelen tener detrás círculos de escritores o lectores, por lo que resulta muy gratificante contribuir en ellas.
  4. Antología de varios autores. Similar a la revista, otra manera de darle vida a un buen texto es incluirlo en una antología de varios autores. Estas antologías suelen responder a un elemento común: temática, tipos de autores, o cualquier relación que sirva para explicarle a un lector qué tipos de relatos va a encontrar. Por ejemplo, una antología de ciencia ficción que trata el tema de viajes temporales. Las antologías no sólo las proponen las editoriales, también las comunidades o grupos de escritores, sean de Internet o asociaciones locales, suelen plantear este formato para crear una obra que dé cabida a una representación interesante de sus miembros.
  5. Libro de relatos propios. Este es el paso que di en su día con Naksatra. Requiere más esfuerzo ya que son necesarios varios relatos para conformar una obra, y tampoco vale juntar todo lo uno escribe tal cual: el libro debe tener sentido y coherencia como unidad. No funcionará bien si es un conglomerado de cuentos muy dispares. Las ventajas son evidentes, pero una a destacar es conseguir agrupar las obras que uno puede tener dispersas en revistas, antologías y rincones de Internet y presentarla de forma ordenada a los lectores. En realidad, para mí el libro de relatos propios es el punto principal, la residencia habitual para tu relato y, aunque lo saques de vacaciones a participar en revistas o antologías, será también el punto de retorno y referencia.
  6. Podcast. Lo más maravilloso del podcast es que el cuento escapa del formato texto, sea impreso en papel o en pantalla, y encuentra una vía muy interesante en el audio. Tu cuento como sonido puede ser compañero de cocina, deporte, viaje en coche, paseo o de tareas de la casa. Igual que la radio. Es una vida extra de lo más interesante.

Estas vidas son, en general, bastante clásicas. Es posible ampliar aún más las posibilidades de un texto si nos atrevemos a experimentar con él con formas más arriesgadas. Por eso, cuando terminéis un cuento, pensad en él como una pieza de LEGO con la que podéis jugar y encajar en multitud de diferentes construcciones. Linda Pituitaria, diecisiete años después de su primera publicación, sigue demostrando que es un cuento vigente, vivo y capaz todavía de dar sorpresas y alegrías.

 

Imagen: uno de los caminos que puede tomar un cuento. Tomada de Pixabay.